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Internet: Riesgos y oportunidades para avanzar en la respuesta al VIH


Los medios tradicionales de comunicación como la televisión, la radio y la prensa han servido para que se masifique la información de tal forma que crezca la posibilidad de que más personas puedan acceder a ella. Pero esta información que consume el televidente, el radioescucha o el lector varía según los intereses de quien crea el contenido. Si bien, el receptor tiene la posibilidad de escoger el canal, la emisora o el periódico que más le guste, el contenido siempre está definido y creado bajo posturas, opiniones y juicios institucionales, ya sea para representar los valores del medio de comunicación en cuestión o los intereses de quien paute en el mismo. El internet transformó la comunicación, ampliando aún más el acceso a la información, permitiendo que los consumidores reciban información televisiva, radial o impresa en un solo dispositivo, ya sea en una computadora o un celular. Pero a la par, motivó la creación de plataformas o aplicaciones diversas como YouTube, Facebook, Spotify y muchas más, que se diferencian en la forma de crear y publicar contenido. Así mismo, el internet abrió la posibilidad de un crecimiento de creadores de contenidos, quienes pudieran publicar diferentes tipos de información, y no tan solo eso, también permitió que haya una comunicación bidireccional entre el consumidor y el creador de contenido. Al ampliar el espectro de la comunicación, permitió que la información no se concentrará sólo en el monopolio tradicional de los medios de comunicación. Pero esta apertura a diferentes subjetividades que no estaban ancladas a una institución, por una parte ayudó a que se escucharan voces de personas que hasta el momento no habían sido escuchadas, pero por otra parte fomentó la divulgación de información errónea en muchos temas, como lo evidencian las tan nombradas: fake news. El problema de la desinformación, ya sea por sesgos morales o malicia, también han afectado a los diferentes actores que trabajan en la respuesta al VIH. Desde que en el año 1983 se reportarán los primeros casos de VIH/sida en México, gracias a la creación de las primeras organizaciones civiles y estrategias nacionales para abordar la epidemia, se les otorgaron a los medios tradicionales de comunicación un papel importante en las respuesta al VIH. Hay que recordar las múltiples campañas que se transmitieron que buscaban prevenir la infección incentivando el uso del condón. Para la época se usaba un lenguaje y un discurso diferente al que se usa hoy en día, ya que a medida que las investigación científicas y las apuestas políticas de la sociedad civil avanzaban, el lenguaje y el discurso en las campañas también iban cambiando. Es por eso que hoy en día no se habla de sida sino de VIH. Ya no se considera la muerte como un fin inevitable de la infección, porque ya no es una enfermedad terminal, sino una enfermedad crónica. Se promueve la detección temprana y la adherencia al tratamiento. Tampoco se hace referencia a la monogamia como una estrategia de prevención. La mayoría de campañas van dirigidas a las poblaciones donde se concentra la epidemia. Pero algo que se mantiene es la promoción del uso del condón como el método efectivo para la prevención del VIH. Se puede llegar a pensar que ya no es importante preocuparse por la información sobre el VIH, porque parece que ya todo está resuelto. Pero la realidad es otra, ya que aunque se hayan realizado muchas campañas, se hayan tenido varios avances científicos y políticos, las personas se siguen infectando de VIH y algunos se siguen muriendo en etapa sida, ya sea porque no fueron diagnosticados a tiempo, porque no tuvieron acceso a salud, por falta de apoyo, por desconocimiento, desinformación o discriminación. Aunque ya sabemos que hay más posibilidad de que las personas puedan acceder a información por internet, también sabemos que no siempre es información verídica. Basta con googlear VIH o Sida y aparecerá en YouTube o Facebook información que niegan la existencia del VIH/Sida o “curas” que no tienen validez científica. Contenido que pone en riesgo la respuesta al VIH y dificulta contener la epidemia. Y ¿qué pasó con los medios tradicionales de comunicación?, ellos también se han visto afectados por las nuevas plataformas y aplicaciones. Tanto en la televisión, la radio y la prensa; las empresas privadas, para sobrevivir, han priorizado los contenidos comerciales, de entretención y políticos. Es la oportunidad que las organizaciones sociales, los gobiernos y la sociedad internacional que trabajamos en la respuesta al VIH hagamos un buen uso de estos nuevos medios de comunicación. Busquemos estrategias para afrontar la información errónea ya sea creando contenido diferente al ya acostumbrado, con un lenguaje coloquial o acercándonos a influencers para invitarles a hacer parte de la respuesta.

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